La acreditación de la Universitat de València como Oficina de Transferencia de Conocimiento aportará más fondos y recursos

Fuente: UVNoticies

La Universitat de València (UV) se ha inscrito en el registro oficial del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades como Oficina de Transferencia de Conocimiento (OTC). Con la aceptación de su inscripción, además del reconocimiento oficial a su trayectoria de transferencia, la institución accederá a nuevos fondos gubernamentales y europeos, más recursos para la internacionalización, mejor apoyo técnico y asesoramiento, o nuevas infraestructuras y equipamiento.

Las OTC nacen como consecuencia del Plan de Transferencia y Colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, en el marco del impulso a la innovación, la transferencia del conocimiento, la difusión y la cultura científica, tecnológica e innovadora. Se definen como el conjunto de estructuras organizativas que realizan funciones de transferencia y disponen de personal con carácter permanente. Se establece, por tanto, una nueva concepción de OTC no ligada a una “oficina física” –como lo eran las OTRIs (Oficinas de Transferencia de Resultados de la Investigación)– sino vinculadas al ejercicio de funciones de transferencia.

El reconocimiento y la inscripción como OTC de la Universitat de València se ha conseguido después de acreditar que la UV cuenta con un ecosistema de transferencia conformado por las distintas estructuras que adoptan, como propias, las funciones de transferencia de conocimiento definidas por el Ministerio.

Bajo el paraguas de los vicerrectorados de Innovación y Transferencia; Investigación; y Estudios, se han hecho constar las funciones de transferencia que se realizan en los departamentos, institutos de investigación, ERIs y Escuela Doctoral, que podrían considerarse como las “estructuras básicas de transferencia”. Además, también se ha destacado y puesto en valor las realizadas por la Incubadora de Alta Tecnología AgrotecUV, la Unitat de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i), UVEmpren, UVCàtedres, el ParcUV, o las UCIEs y los agentes de innovación. A las que hay que añadir, las propias de los servicios centrales: el Servicio de Transferencia e Innovación y el de Gestión de la Investigación.

Las funciones de transferencia reconocidas a la UV con esta inscripción son la protección de los resultados de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I); la explotación de resultados de investigación, invenciones y nuevas tecnologías a través de cualquier tipo de contrato que suponga la transmisión de su uso o titularidad a terceros; la investigación colaborativa entre entidades públicas y privadas; la contratación de servicios de I+D+I y tecnológicos; la promoción de la creación de entidades basadas en el conocimiento (antes spin-off) y la difusión social del conocimiento.

Entre los nuevos fondos a los que la UV podrá acceder se encuentran los del Gobierno de España dirigidos específicamente a apoyar la transferencia de conocimiento y la innovación, sobre investigación aplicada, desarrollo de tecnología, formación de personal o protección de la propiedad industrial.

La institución académica valenciana también podrá incrementar el número y la calidad de planes de financiación de la Unión Europea que apoyan la investigación, la innovación y la transferencia de tecnología, entre ellos Horizonte Europa, el programa marco de investigación e innovación de la UE.

La inscripción como oficina OTC también permitirá a la Universitat de València disponer de mayores recursos para su internacionalización, a través de la asistencia para establecer colaboraciones internacionales, participar en ferias y eventos y acceder a programas de intercambio y movilidad para personal emprendedor e investigador.

La mejora del apoyo técnico y asesoramiento para proyectos de I+D+I y su transferencia, en asuntos como la gestión de la propiedad intelectual o la elaboración de nuevas estrategias, vendrá dada por el Gobierno de España a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, así como también de otras entidades de transferencia.

También, con la inscripción como OTC, la UV se podrá beneficiar de programas de financiación con los que acceder a infraestructura y equipamientos altamente especializados en investigación y desarrollo tecnológico, en proyectos de transferencia de tecnología que requieran de socios académicos o industriales.

El IFIC recibe financiación del Consejo de Seguridad Nuclear para evaluar una tecnología que mejora la gestión de residuos nucleares

Nota de prensa del CSIC

  • El Instituto de Física Corpuscular (CSIC-UV) trabaja con el responsable de la seguridad de las centrales nucleares en España para implementar un nuevo sistema de gestión de residuos
  • El dispositivo del IFIC, que aúna técnicas de imagen médica e inteligencia artificial, es capaz de realizar tomografías dinámicas de la actividad radiactiva de los contenedores de residuos nucleares

 

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), único organismo competente en materia de seguridad nuclear y protección radiológica en España, ha concedido financiación para desarrollar un nuevo proyecto en el Instituto de Física Corpuscular (IFIC), centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat de València (UV). Se trata del proyecto Proton, que tiene como objetivo elaborar metodologías de evaluación para probar una tecnología tomográfica desarrollada en el IFIC que permite visualizar, analizar y controlar la actividad de residuos nucleares. El equipo del proyecto tomará mediciones y pondrá a prueba estas metodologías de evaluación en la central nuclear de Garoña (Burgos).

Este proyecto nace de una colaboración que empezó en 2015 entre un equipo de investigación del IFIC, liderado por el científico del CSIC Francisco Albiol y la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA). Desarrollaron una serie de tecnologías disruptivas que permiten realizar tomografías dinámicas de la radiación gamma procedente de los isótopos radiactivos de los residuos nucleares, facilitando así la clasificación de los mismos y reduciendo los costes en el proceso de desmantelamiento de centrales nucleares, que se estiman en unos 4.000 millones de euros en España.

Hasta ahora se emplean procedimientos estáticos para determinar la actividad y la dosis de un contenedor de residuos radiactivos. “La tecnología que hemos desarrollado en el IFIC permite una reconstrucción tomográfica más ágil e independiente de la forma del contenedor y de la posición de los detectores, aprovechando el reconocimiento del entorno mediante inteligencia y visión artificial, así como técnicas tomográficas adaptadas de la imagen médica”, explica Francisco Albiol.

No obstante, esta tecnología requiere una evaluación por parte del organismo regulador, el CSN, antes de su incorporación a la industria. En este contexto, el objetivo principal del proyecto Proton es familiarizar al CSN con el uso, ventajas y limitaciones de la tecnología desarrollada por el IFIC, así como recopilar aspectos relevantes para la calibración y manejo de las mismas. “Durante la realización del proyecto se busca evaluar dispositivos de tomografía de rayos gamma portátiles e independientes de la geometría, con el fin de garantizar su capacidad para estimar la distribución y la cuantificación de la actividad y la dosis de manera precisa”, resume el coordinador del proyecto en el CSN, Juan González Cadelo.

 

Pruebas en la central nuclear de Garoña

Para la correcta evaluación de las tecnologías desarrolladas, los miembros del proyecto tienen entre sus objetivos acudir a la central nuclear de Garoña (Burgos), donde se tomarán mediciones y se pondrán a pruebas las metodologías implementadas. Actualmente, ya se ha validado un prototipo para la reconstrucción tomográfica de la actividad gamma y su distribución tridimensional en contenedores de residuos nucleares, lo que ha llevado a la obtención de varias patentes para estos desarrollos.

Este proyecto no solo busca proporcionar criterios que inspiren confianza en la tecnología para caracterizar los residuos nucleares, sino también cumplir con los requisitos regulatorios de la industria y establecer límites que aseguren el correcto funcionamiento de esta innovadora tecnología. “Con Proton esperamos mejorar significativamente los procesos de evaluación y gestión de residuos nucleares, contribuyendo así a la seguridad y eficiencia en la industria nuclear”, finaliza Albiol.